Procedimiento de demolición en Pittsburgh
María Rachal
· La Ciudad de Pittsburgh persigue una política para la desconstrucción de edificios. El propósito es activar el potencial de recuperación, reciclado y reutilización de materiales de ciertas edificaciones propiedad de la ciudad que están clasificadas como “condenadas.” Los líderes comentan que los beneficios potenciales de tal política incluyen el retirar “la plaga” de zonas urbanas, al tiempo que se disminuye el desperdicio enviado a los tiraderos municipales. Esto contribuye a avanzar en el logro de las metas de acciones climáticas, mientras abre oportunidades de capacitación en el trabajo.
· El Alcalde Bill Peduto firmó una orden ejecutiva recientemente, en la cual asigna a la ciudad la tarea de crear un proceso para la identificación y evaluación de estructuras potencialmente elegibles para la desconstrucción sustentable, con un enfoque particular en los sectores, históricamente, de “negocios Negros” y las comunidades de bajos ingresos.
· Actualmente hay más de 1,700 estructuras “condenadas” en Pittsburgh, mencionó Sarah Kinter, la Directora del Departamento de Permisos, Licencias e Inspecciones de la Ciudad. Pittsburgh seguirá adelante con un piloto, este año, para la desconstrucción de las propiedades de la ciudad, al tiempo que tiene planes para crear estándares de recuperación de materiales para las demoliciones, pagadas por la ciudad. La ciudad espera iniciar los proyectos de desconstrucción este otoño, comentó Kinter.
Visión de Dive:
Las acciones de Pittsburgh, para conservar los materiales de edificaciones en proceso de falla, siguen acciones similares a las de líderes en Portland, Oregon, hace casi cinco años, quienes comentan que ellos fueron la primera ciudad en los EEUU en requerir tal política de desconstrucción. El decreto de Portland inició con su aplicación a casas construidas en 1916 o antes. Una evaluación publicada en 2019, sobre el impacto del carbón y la energía, a partir de una muestra de casas desconstruidas en Portland encontró que el 27 % de los materiales se puede recuperar. La desconstrucción tuvo un beneficio equivalente de dióxido de carbono de 7.6 toneladas métricas por casa, comparado con una demolición. Esto se debe a una necesidad disminuida de producción de nuevos materiales y el secuestro de carbón en la madera reutilizada.
Baltimore, Milwaukee y San Antonio también han adoptado medidas para la desconstrucción. Pero en términos generales, la adopción de políticas similares en los EEUU no se ha dado. La potencialmente costosa desconstrucción versus la demolición puede ser un argumento. El programa piloto de Pittsburgh será una oportunidad para realizar un análisis de costos, mencionó Kinter.
“Hemos escuchado comentarios en ambos sentidos. Hemos escuchado, ´Oye, esto en realidad va a resultar más económico porque el peso de los materiales que estarías llevando al tiradero industrial es menor, por lo que potencialmente hay algunos beneficios ahí.´ Alternativamente hay que pagar por el trabajo de la desconstrucción, lo cual es trabajo intensivo. Y, el argumento es que en realidad podría ser más caro porque le vas a pagar a la gente sueldos justos para realizar esta tarea. En realidad vas a terminar pagando mas,” comentó Kinter.
Es probable que la desconstrucción vaya a costar mas; “la pregunta es cuánto mas,” dijo Kinter. “Y nuevamente, dado que no todas las estructuras son elegibles para la desconstrucción, es éste un costo que la ciudad quiere asumir para tener un enfoque más sustentable frente a la demolición. Y la respuesta es que si, porque es lo correcto.”
El Consejo de Construcción Verde de los EEUU (USGBC), que promueve el diseño y la construcción sustentable de edificios y que ha creado el programa de certificación LEED, también está involucrado en este tema como una parte importante del ciclo de vida de la edificación. La Consejera de Política Senior Elizabeth Beardsley describe a la desconstrucción todavía como un área de política emergente.
“Pittsburgh debe ser reconocido por adoptar esta posición,” comentó Beardsley. “Estoy emocionada al verlos tomar esta iniciativa porque creo que será maravilloso para tener más ejemplos en diferentes tipos de ciudades para demostrar lo que es posible.” Cuando se trata del esfuerzo ambiental de las ciudades, “la energía recibe un enfoque en el clima, pero el desperdicio no se queda muy atrás,” dijo ella.
Esos esfuerzos son clave para el Plan de Acción del Clima de Pittsburgh, que requiere que la ciudad reduzca la emisión de gases invernadero en un 50 % en el 2030 relativo al 2003. Esto incluye una meta de cero desperdicio, o un desvío del 100 % del desperdicio de los tiraderos industriales, ese mismo año. De acuerdo con el Departamento de Protección Ambiental de Pensilvania, el desperdicio de construcción y demolición (C&D) representa casi el 18 % del flujo de desperdicios municipales del estado.
Traducción libre
Federico López Flores
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